¡VEN, ESPÍRITU DE TEMOR DE DIOS!
Canto de entrada
En nombre del Padre...
Rezamos juntos
Ven, Espíritu Santo, y envía desde el cielo un rayo de tu luz.
Ven, Padre de los pobres, ven a darnos tus dones, ven a darnos tu luz.
Consolador lleno de bondad, dulce huésped del alma suave alivio de los hombres.
Tú eres descanso en el trabajo, templanza de las pasiones, alegría en nuestro llanto.
Penetra con tu santa luz en lo más íntimo del corazón de tus fieles.
Sin tu ayuda divina no hay nada en el hombre, nada que sea inocente.
Lava nuestras manchas, riega nuestra aridez, cura nuestras heridas.
Suaviza nuestra dureza, elimina con tu calor nuestra frialdad, corrige nuestros desvíos.
Concede a tus fieles, que confían en ti, tus siete dones sagrados.
Premia nuestra virtud, salva nuestras almas, danos la eterna alegría.
Amén. Aleluya.
OREMOS
Oh Dios, que llenaste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo, concédenos que, guiados por el mismo Espíritu, sintamos con rectitud y gocemos siempre de Tu consuelo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amen.
Del Evangelio según San Juan (17, 11)
Yo ya no estoy más en el mundo, pero ellos se quedan en el mundo, mientras yo vuelvo a ti. Padre Santo, guárdalos en ese Nombre tuyo que a mí me diste, para que sean uno como nosotros.
De la catequesis del Papa Francisco
"No significa tener miedo de Dios: sabemos que Dios es Padre y nos ama, quiere nuestra salvación y nos perdona siempre; por eso, no hay motivo para tener miedo de él. Por el contrario, el temor de Dios es el don del Espíritu que nos recuerda cómo somos pequeños delante de Dios y de su amor, y que nuestro bien está en nuestro abandono con humildad, respeto y confianza en sus manos”.
Rezamos juntos:
¡Ven Espíritu de Dios! Fortalece nuestra fe misionera y nos hace testigos de la esperanza.
Padre Nuestro - Ave María - Gloria
Canto final